sábado, 10 de noviembre de 2018

Al despertar del alba

Me marcharé
en este día tenso de despedidas
por el camino del este en busca del sol,
porque El, que es la primavera,
me cogerá de la mano
para que mi pie no tropiece ya por el sendero de la vida.

Me marcharé 
en este día denso de cariño
por las sendas del silencio en busca del alba,
porque El, que es la Palabra más sincera,
me ha llamado para que me siente a la mesa
del banquete que ya me tiene preparado.

Me marcharé 
en este día intenso de salvación,
por los caminos del viento en busca del día sin ocaso,
porque El, que es el camino más verdadero,
me pasará de vuestras manos a las manos del Padre
para saciarme ya del resplandor de su semblante.

Me marcharé 
en este día extenso de recuerdos
por el sendero de la muerte en busca de la vida,
porque El, que es el Buen Pastor,
me llevará a prados de hierba fresca
en donde encontraré ya alivio a todos mis cansancios.

Me marcharé 
en este día en el que ya empieza a nublarse la mente
en busca de la verdad con la lección aprendida,
porque ya solo su Palabra escrita en mi historia
será salvación para mi vida.

Me marcharé 
con la mirada clavada en la meta
hacia la que ya se dirigen mis pasos,
pues ahora que mi debilidad es más manifiesta,
sus brazos me sostienen en el sendero de la vida.

Me marcharé
en este día solo y en silencio con la lámpara encendida,
pero en los surcos de mis manos
llevaré escritos vuestros nombres
y me quedaré en el reflejo de vuestras miradas,
ahora, cuando en la noche de mi tiempo,
El ha granado para siempre en mi vida su cosecha.


José Antonio Roldán Zorrilla
Párroco de la Purísima - Consiliario de la Cofradía del Silencio