domingo, 27 de septiembre de 2020

¿Os olvidasteis de mí?

Nuestro más sincero agradecimiento a Juan González López, padre del Costalero Marcos González Abellán, por la realización del vídeo que reproducimos a continuación y autor también del poema "¿Os olvidasteis de mí?" que lo acompaña. Durante la Eucaristía en honor al Cristo del Consuelo, celebrada esta mañana en la Purísima, se ha proyectado el vídeo y leído el poema, causando una gran emoción en todos los presentes. Gracias por este detalle en un año tan duro.


¿Os olvidasteis de mí?

 

No creas que nos hemos olvidado, Señor del Cielo,

por ver tus andas preparadas a ras de suelo.

Por que sobre los hombros no te portamos,

ni te imagines que nos hemos olvidado.


No creas que nos hemos olvidado, Luz de la Vida,

si esperas la calle llena y está vacía.

Si escuchar quisieras a los tambores,

si tus andas vacías no tienen flores.

 

No creas que nos hemos olvidado, Cristo Divino,

ni hemos cambiado el rumbo a otro camino.

Si el cerrojo de la iglesia sigue cerrado,

si ningún nazareno te ha visitado.

 

No creas que nos hemos olvidado, Gran Redentor,

porqué de las velas te falta su resplandor.

Si te faltan saetas y besa pies,

o no se te acerca ningún feligrés.


Quisiera explicarte, Señor del Cielo,

preparadas las andas porque no salieron.

Porqué los costaleros no te levantaron,

ni te imagines que se han olvidado.


Quisiera explicarte, Luz de la Vida,

porqué las calles quedaron vacías.

Ni escuchas cornetas ni a los tambores,

ni bajo tus pies llevas las flores.


Quisiera explicarte, Cristo Divino,

porqué no hemos cambiado nuestro camino.

Iglesias cerradas ¡Dios mío!,

y ningún nazareno yendo contigo.


Quisiera explicarte, Gran Redentor,

porqué faltan las velas y el silencio es oración.

Porqué no hay besa pies ni escuchas saetas,

ni feligreses ni iglesias repletas.


Señor del Cielo, Cristo Divino,

un virus maldito nos cortó el camino.

Luz de la Vida, Gran Redentor,

no des por vencido nuestro corazón.


Cristo Divino, Señor del Cielo,

llevarte a hombros es nuestro anhelo.

Gran Redentor, Luz de la Vida,

secarte la frente y curar tu herida.


Cielo, Vida, Redentor, Divino,

correré a tu iglesia, beberé tu vino.

Cuando el mal acabe, prometido queda,

iluminaré tu rostro... con más de una vela.


Albacete marzo de 2020

Juan González López

Padre de un costalero: Marcos González Abellán.